Península Valdés
Existen sobre el litoral patagónico varias reservas naturales donde se protegen diversas especies de la fauna marina, pero ninguna ofrece tan espectacular concentración de animales como la Península Valdés. Ubicada a 1.400 kilómetros al sur de Buenos Aires, penetra en el mar formando dos golfos de abrigadas aguas, lugar de encuentro de las ballenas francas australes, adonde acuden cada año para cumplir su ciclo reproductivo, entre mayo y diciembre. Desde Puerto Pirámides parten excursiones para el avistaje de fauna marina.
También existen en abundancia colonias de lobos marinos, conviviendo con una rica avifauna, mientras que la tierra está poblada por ñandúes (avestruz americano), maras (liebre patagónica) y guanacos. La reserva Isla de los Pájaros protege miles de aves marinas (cormoranes, gaviota cocinera, garza bruja y garza blanca). Punta Pirámide, con un apostadero de lobos marinos que se reproducen allí. Punta Delgada, refugio de lobos y elefantes marinos. Caleta Valdés, una estrecha lengua de tierra que separa el mar abierto de una laguna marina y en cuyas costas se congregan pingüinos magallánicos, lobos y elefantes marinos, además de guanacos, maras y ñandúes llegados con la marea baja a sus islas interiores.
En la punta Norte de la península se ubica el mayor apostadero continental del mundo de elefantes marinos del sur. El nombre proviene de su característica trompa que dilatan las narices en especial cuando se enfurecen o en épocas de celo; alcanzan los 7 metros de largo y las 3 toneladas de peso. Estos mamíferos se alimentan de peces, calamares y pulpos y llegan a sumergirse hasta los 200 metros de profundidad en busca de sus presas.
Se recomienda acudir al Centro de Interpretación en el Istmo Ameghino, donde se brinda toda la información necesaria.
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